19.7.09

Egoismo

Levanto los ojos y me encuentro con mi ventana. El mundo exterior. A vezes hasta olvido como es. Estoy tan metida dentro de mi que no me acuerdo de mirar para fuera, solo soy yo, yo y mis cosas. Sí, lo reconozco, soy egoísta, como todo el mundo. Y quien diga que no miente. Ser egoista es bueno, aunque sin pasarse. La cuestión es que levanto los ojos. Y entonzes me doy cuenta de todo lo que dejo al timón del olvido cuando me enzierro en mi misma. Demasiadas cosas, demasiados momentos, demasiadas palabras, demasiadas miradas. Y después viene cuando unx se arrepiente de haber bajado la vista porque consequentemente ha perdido muxas otras cosas que lx llenaban muxo mas que si mismx. Pero no hay vuelta atrás, o sí? Quien sabe... Eso no lo dezides tú, sinó su corazón. Y últimamente vivo en el mundo exterior y no dejo pasar ni una oportunidad. Vivo como quiero. Soy como quiero. Hago lo que quiero. Siento... Siento? Sí, siento lo que siento. Porque sentir es la mejor forma de vivir, aunque a vezes la luna me sabe a poco; y son esos instantes en los que me permito exarte de menos.




[Egoismo en estado puro]

17.7.09

Actor.

Siente que la lluvia besa tu cara cuando haces el amor, grita con el alma, grita tan alto que de tu vida, tú seas amigo, el único actor..


14.7.09

Diezinueve.

13.7.09

Frío

Y se durmieron abrazados, como niños pequeños, con el rastro de lágrimas sobre las mejillas y el miedo a que los separaran sujeto entre los dedos. Se durmieron en el Círculo Polar, con el frío siguiéndoles y ellos construyendo maneras de esquivarlo. Son de esos que les gusta sufrir por amor y llenarse el cuerpo de sustancias mata-neuronas. De los que les gusta saber que quien está a su lado todavía no tiene previsto irse y sabe respirar junto a él(lla). La vida y sus alrededores (los reales y los imaginarios, no hacen falta distinziones). Acércate, llévate mi frío. Que se vaya, que se vaya muy, muy lejos.

11.7.09

Arte

Le contó que con eso podía ver su alma. No sólo sus pensamientos y sus ideas, también su alma. Le sorprendió. Se dió cuenta de que le había devuelto la fe de confiar en alguien, de creer en alguien. Le gustaba, se sentia bien con ella y con su mundo bohemio con olor a pintura azul. La primera vez que la vió también tenía las manos sucias de pintura azul, de tanto pintar el cielo. Su alma, dijo. Puede que lo suyo fuera efímero pero le apetecia arriesgarse. Su alma. Lo mejor? Lo había hecho únicamente con cuatro trazos en una pared.

El arte está en la calle.