¿Que donde quiero que acabe? Pues en un paseo en la playa, bajo la luz de la luna, con cuatro monedas en el bolsillo y algo cansados del viaje. O que empieze ¿no? Que empieze. Mejor, pero quien sabe. ¿Quien sabe? Nadie. Y pararnos casi arriba del todo y entender que somos mucho más pequeños de lo que pensabamos. Y saber que, uno junto al otro, desde ahí, acabaremos por comernos el mundo.... ¿no? Salta por la ventana. Valiente!
Día 30 de agosto de 2008 || 04:00